Domingo, 14 de abril de 2013 | 4:30 am
Alerta. Se debe investigar esta denuncia. Hay que proteger nuestro patrimonio.
Daños irreparables. Entidad que extrae cal del lugar además ha dañado un trapezoide de 60 metros de largo.
Un nuevo atentado contra las líneas de Nasca. Esta vez la maquinaria pesada de la Empresa de Agregados Calcáreos Gálvez, que instaló sus canteras hace algunos meses en ese sector para extraer material destinado a la construcción, destruyó un conjunto de líneas y trapecios de la zona arqueológica de Buenos Aires, ubicada en la quebrada de Socos, en Nasca, a la altura del km 444 de la Panamericana Sur. Además, según denuncia difundida en LaMula.pe, las zonas adyacentes a las líneas y trapecios también ha sido afectada, pues se han removido la tierra y los vestigios arqueológicos que en ella se encontraban.
Ante este atentado, el director del Instituto de Investigaciones Aeroarqueológicas Ojos de Cóndor, Eduardo Herrán Gómez de la Torre, responsabilizó a la Dirección Regional de Cultura de Ica por no sancionar a los responsables.
Es que esa entidad regional realizó dos evaluaciones en la zona, el 26 de setiembre y el 11 de octubre del año pasado, y advirtió que la empresa ya había tomado posesión del terreno con sus maquinarias. Sin embargo, no se hizo nada.
Al respecto, el director provincial de Cultura de Nasca, Mario Olaechea Aquije, dijo que el terreno es de propiedad privada y que la propietaria puede trabajar con libertad, sin que las autoridades de Cultura puedan intervenir.
Ante ello, Eduardo Herrán pidió que intervenga el mismo ministro de Cultura, Luis Peirano Falconí.
En los informes se afirma que hay daños irreparables en un conjunto de líneas de diversa longitud que alcanzaban entre los 60-120 y 150 metros de extensión, además de la desaparición de un trapezoide de casi 60 metros de largo.
Hoy se puede constatar la desaparición de líneas y trapecios, así como una grave alteración del paisaje cultural.
Alerta. Se debe investigar esta denuncia. Hay que proteger nuestro patrimonio.
Un nuevo atentado contra las líneas de Nasca. Esta vez la maquinaria pesada de la Empresa de Agregados Calcáreos Gálvez, que instaló sus canteras hace algunos meses en ese sector para extraer material destinado a la construcción, destruyó un conjunto de líneas y trapecios de la zona arqueológica de Buenos Aires, ubicada en la quebrada de Socos, en Nasca, a la altura del km 444 de la Panamericana Sur. Además, según denuncia difundida en LaMula.pe, las zonas adyacentes a las líneas y trapecios también ha sido afectada, pues se han removido la tierra y los vestigios arqueológicos que en ella se encontraban.
Ante este atentado, el director del Instituto de Investigaciones Aeroarqueológicas Ojos de Cóndor, Eduardo Herrán Gómez de la Torre, responsabilizó a la Dirección Regional de Cultura de Ica por no sancionar a los responsables.
Es que esa entidad regional realizó dos evaluaciones en la zona, el 26 de setiembre y el 11 de octubre del año pasado, y advirtió que la empresa ya había tomado posesión del terreno con sus maquinarias. Sin embargo, no se hizo nada.
Al respecto, el director provincial de Cultura de Nasca, Mario Olaechea Aquije, dijo que el terreno es de propiedad privada y que la propietaria puede trabajar con libertad, sin que las autoridades de Cultura puedan intervenir.
Ante ello, Eduardo Herrán pidió que intervenga el mismo ministro de Cultura, Luis Peirano Falconí.
En los informes se afirma que hay daños irreparables en un conjunto de líneas de diversa longitud que alcanzaban entre los 60-120 y 150 metros de extensión, además de la desaparición de un trapezoide de casi 60 metros de largo.
Hoy se puede constatar la desaparición de líneas y trapecios, así como una grave alteración del paisaje cultural.
Se debe tomar acciones legales importantes contra este atentado con nuestro patrimonio cultural, espero que el estado no haga oídos sordos a este suceso.
ResponderEliminar